AGRANDAR PUERTAS

Conversación de ayer con un conocido que sabe de mi enfermedad y que su sobrino también padece esclerósis múltiple:
- Hola, hacía tiempo que no nos veíamos, eh.
- Si, un poco ¿cómo estás?
- ¿Yo? Bien, de maravilla. ¿No salta a la vista lo buena que estoy? jajajaja....
- Eso es lo que me gusta de ti y lo que admiro, ese sentido del humor. Si siempre estás bien....
- Si, jajaja.... se intenta. ¿Y tu sobrino? ¿qué tal?
- ¡Uf! fatal, cada vez peor.
La situación de este chico viene a ser la misma que la mía. Me refiero a que puede andar y tal y llevar una vida prácticamente normal. Ahí está el quid de la cuestión, "hace más el que quiere que el que puede" y ese es el problema, que él no quiere.
- Se pasa casi todo el día en la cama tumbado, mirando el techo y quejándose de todo.
- Mal asunto.
- Si, dice que se cansa en cuanto hace cualquier cosa y con las moléstias de la pierna está fatal. Que para que va a hacer nada si luego acaba hecho polvo. Se pone un día entero, por ejemplo, a hacer cosas en el jardín y lo quiere hacer todo de golpe y luego pues ala, una semana entera acostado en el sofá.
- ¿Qué se cansa? ¿moléstias en la pierna? eso me suena mucho. Bienvenido al club. Puede hacer cada día alguna cosa, no sé... dedicarle una hora o dos al jardín, descansar... y así.
- No hija mía no, él tiene que hacerlo de golpe y bueno... además que tiene a su mujer agobiada, ya te digo, siempre está quejándose. Yo creo que lo que le pasa es que no acepta su enfermedad.
- Pero si lleva igual o más tiempo que yo. ¡Uf! pues mal va porque eso está ahí y de uno depende que le afecte más o menos. Yo por mi parte intento que lo haga lo menos posible.
- Ya nos gustaría a la família que pensase como tú, por eso te admiro, vaya si te admiro.
- Bueno, no hay vuelta de hoja. Es lo que hay y yo no puedo permitir que esto condicione mi vida ¿no?
- Pues no, pero él no lo ve así. Ahora está obsesionado desde hace por lo menos un año con las puertas de su casa y todo el día se pasa diciendo lo mismo: "tengo que agrandar las puertas".
- Me lo veo venir ¿para qué exactamente?
- Pues para poder pasar con la silla de ruedas más adelante.
- Me lo veía venir si. Y digo yo que por esa regla de tres todo el mundo debería hacer lo mismo porque ¿acaso tú o cualquiera puede saber si no va a tener que utilizar una silla de ruedas algún día? La diferéncia está en que nosotros sabemos que tenemos más posibilidades, pero sólo son eso, posibilidades. Y yo por supuesto no voy a desperdiciar mi vida pensando en esto. Si no sé lo que me va a pasar dentro de cinco minutos... En fin.... espero que algún día se de cuenta del tiemp0 que está perdiendo pensando esas tonterías.
- Pues si, yo también lo espero.

Y es que me da mucha rabia estas cosas. Al principio es duro, lo sé de buena tinta y mentiría si no dijera que yo también estuve un tiempo en ese plan. Pero los días pasan y hay que aceptar lo que nos ha tocado. De nada sirve amargarse la vida y amargársela a los demás. Yo, por supuesto. prefiero gastar mis fuerzas en otras cosas, en luchar día a día, en darle caña a la enfermedad y en vivir la vida y no desperdiciarla pensando en algo que tal vez nunca llegue. He tenido y tendré mis bajones pero si caigo una vez me levantaré tres.
Puedo cansarme más que tú, tú y tú pero no dudes que puedo hacer lo mismo que tú hagas. Puedo porque quiero y porque querer es poder.
Lo siento pero en su situación me hizo gracia la frase "tengo que agrandar las puertas". Y luego, pensándolo bien creo que yo también las voy a agrandar. Voy a hacer las puertas de mi casa más grandes para poder pasar con todo mi orgullo. Porque puede sonar mal pero estoy muy orgullosa de mi misma, de haber sabido afrontar esto como lo estoy haciendo y de saber vivir el día a día, porque de eso se trata. No sé lo que va a pasar más adelante. Yo como el Lute "Camina o revienta" y si no es así y alguna vez "llega el momento" de pie o sentada siempre seré yo, con mi sentido del humor, con mis ganas de vivir... y esto si que no me lo va a poder arrebatar nada ni nadie.