viernes, agosto 28, 2009

REENCUENTRO ll

No pudo resistirse y lo besó:
- Hazme el amor, hagámoslo otra vez.
- No sabes cuanto deseaba oir esas palabras- dijo él- sin remordimientos, sin arrepentirnos depués, te deseo tanto....
Cuando comenzó a acariciar sus pechos sintió como toda su piel se erizaba. Sus manos se deslizaban suavemente, sin prisa... Sus labios se buscaban, sus lenguas se entrelazaban y sus cuerpos ardían de pasión.
De repente sintió su mano acariciándole entre los muslos y como lentamente iba subiendo hasta introducirla bajo sus braguitas. Empezó a mover sus caderas siguiendo el ritmo de él y una vez fuera del agua, en la orilla, cuando sustituyó los dedos por sus labios no pudo más que dejarse caer hacia atrás y dejarle hacer:- ¡Diossssss!!!- decía entre gemidos.
Se pusieron en pie, ya no había marcha atrás. Ahora eran los labios de ella los que recorrían milímetro a milímetro el cuerpo de él. Besó su cuello, su pecho... y fué bajando lentamente hasta encontrar aquello que tanto deseaba. Lo tomó entre sus manos y lo acarició, paseó las yemas de sus dedos con delicadeza arriba... abajo... y luego su lengua, sus labios...
Se sentaron en la orilla uno frente a otro, y así, sentada sobre él, con las piernas rodeando sus caderas sintió como entraba lentamente en ella. Se quedaron quietos, mirándose a los ojos, sintiendo como las olas que llegaban a la orilla salpicaban su piel y permaneciendo así durante unos minutos... Contemplando su mirada ella se daba cuenta que allí, muy dentro, encontraba la paz que necesitaba. Se encorvó hacia atrás dejando que el agua jugara con su pelo y ese movimiento fué el que desató todo. El la cogió por las caderas comenzando un vaivén enloquecedor. Levantó un poco la cabeza y al ver las oleadas de placer reflejadas en su cara se dejó llevar, y no pudo más que dejar estallar todo aquel placer contenido durante tanto tiempo.
Cuando se dirigían a la furgoneta, por aquel caminillo entonces ascendiente, sabían que tras de si, a sus espaldas dejaban todos aquellos recuerdos y sensaciones vividas. Aquella cala por mucho tiempo que pasara siempre guardaría una parte de ellos.
Llegaron al hotel con la piel ardiendo, impregnada de sal, arena y sudor. Borrachos de sexo... de pasión...
- Supongo que una de las dos habitaciones se quedará vacía esta noche- le dijo ella al llegar junto a las puertas- ¿en la tuya o en la mía?
- Ven- dijo tomándola de la mano, traspasando la puerta de su habitación y cerrándola tras de si.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, bien, pues yo estoy dispuesta a tropezar las veces que haga falta. Y no voy a pensar más en si habrán otros encuentros o no. Sólo dejar que sea el tiempo quien se ocupe de ello porque lo que tenga que ser será.
En esta ocasión no te voy a dar las gracias porque me quedo con lo que me dijiste hace poco: "Yo no te regalé ninguna noche, más bien el regalo fué mútuo"

martes, agosto 25, 2009

REENCUENTRO

El móvil sonaba en la habitación de al lado. Cuando lo cogió y vió en la pantalla el número de él dudó unos instantes, sintió un hormigueo en el estómago y finalmente decidió contestar.
- ¿Si?
- Hola, soy yo.
- Hola ¿como estás?
Desde aquella noche no habían perdido el contacto vía e-mail y sabían perfectamente el uno del
otro pero volver a escuchar su voz le produjo cierta inquietud.
- Bien ¿y tú?
- Bien.
- Verás, me han encargado un reportaje sobre arquitectura modernista en Catalunya. No será
demasiado lejos de donde tú vives y había pensado que.... no sé... tal vez te apetecería
acompañarme. Es el fin de semana que viene ¿podrás?
- ¡Uf! es complicado, es que....
- Nada, no pasa nada, sólo quería comentártelo.
- Ya.
- Bueno, ya te contaré. Venga, un beso.
- ¡Espera!!!!- dijo sorprendiéndose a si misma- tal vez podría arreglarlo.
- ¿Si?
- Lo intentaré.
Necesitaba verlo, debían hablar sobre lo de aquella noche y esa era su oportunidad. No fué fácil pero se las ingenió como pudo y el sábado a primera hora estaba allí, puntual a su cita en la estación de tren donde habían quedado. No tardó mucho en ver su furgoneta aparcada entre los demás coches y cuando vió abrirse la puerta sintió como le daba un vuelco el corazón: -Vamos,
no pasa nada, lo que pasó pasó y ya está. Sois adultos, compórtate como tal- pensaba una y otra vez.
Se acercó, le dió dos besos y le sonrió:
- Me alegro un montón de que hayas podido venir.
- Pues no ha sido fácil pero cuando yo me empeño en algo lo consigo.
- Si, lo sé, jajaja...

Subieron a la furgoneta y se pusieron en camino. Durante todo el trayecto la conversación fué bastante amena pero en ningún instante salió el tema del que ella realmente quería hablar. Esperaba que fuera él quien lo sacara a relucir pero el tiempo pasaba y nada: - Tengo muchas horas por delante, en algún momento encontraré la manera de hablar de ello- pensaba.

Pronto olvidó el tema y dejó que las cosas transcurrieran a su aire. Enseguida llegaron al lugar donde el tenía que tomar las fotos, de uno a otro y así durante unas cuantas horas. Le fascinaba ver como tomaba la cámara, como buscaba los detalles, como enfocaba y tomaba instantáneas sin prisa, se deleitaba en ello, en sus gestos, en la delicadeza de sus manos manejando la cámara. Verlo tomar fotos tras el objetivo le traía unos recuerdos que la hacían estremecer y por enésima vez tuvo que apartar aquellos pensamientos de su mente.
- Bien, ya casi estoy ¿te apetece comer? Conozco un restaurante en un mirador en la playa, si
quieres.....
- Si, la verdad es que tengo un poco de hambre.
Era bonito, pequeño y acogedor, con unas buenas vistas al mar y con no demasiada gente. Era el
lugar perfecto. Unos platos de marisco y un buen vino y el comenzó a hablar:
- Sabes que este tema iba a salir ¿verdad? Me refiero a lo de aquella noche.
- Si, lo sabía pero no encontraba el momento de sacarlo.
- Mujer, hay confianza.
- Lo sé... Verás, yo he pensado mucho en eso y no sé si vale la pena perder la amistad por ello.
- La amistad no la hemos perdido.
- No, pero muchas veces la cosa se va liando y liando y bueno..... no sé.... a veces he sentido miedo. La verdad es que estoy algo confusa.
- Ya ¿te arrepientes?
- No, eso nunca.
Charlaron y charlaron sobre el tema y llegaron a la conclusión de que aquello no iba a volver a pasar:
- ¿Amigos entonces?
- Eso siempre.
Pasaron parte de la tarde buscando un hotel donde pasar la noche y al final se decidieron por uno bastante acogedor:
- Dos habitaciones individuales, por favor- dijo él al llegar a recepción.
- Quiero darme una ducha- le dijo después a ella- ¿quedamos aquí mismo dentro de una hora?
- Muy bien, yo también voy a ducharme. Espero estar lista en ese tiempo, jajaja....
- Tranquila, no tengo prisa.
Y aproximadamente una hora después ella bajó las escaleras y se dirigió a recepción. ÉL ya estaba allí y a medida que se iba acercando notaba como la miraba fijamente y como la repasaba
de arriba a abajo:
- Estás muy guapa, te sienta muy bien ese vestido.
- Jajaja... gracias.
- Ven, quiero enseñarte un lugar.........
- ¿Qué lugar?
- Es una sorpresa- dijo guiñándole un ojo.
Volvieron a subir a la furgoneta y después de un rato de autopista salieron a unas carreteras algo apartadas.
- La furgo se queda aquí, ahora hay que seguir andando- dijo él.
La guió a través de un bosque por un caminillo descendiente. Disfrutaba muchísimo del paisaje caminando a su lado pero estaba deseando llegar para ver a donde iba a parar aquello. Pronto la tierra del camino se fué convirtiendo en arena. A lo lejos oía un sonido, un sonido familiar pero que no conseguía saber que era. Un poco más cerca y....
- ¿Lo que se oye son olas verdad?
- Si señorita, estás a punto de descubrir una calita solitária que poca gente conoce.
Y cuando llegaron allí y estuvo frente a aquella cala fué como si le acabara de mostrar el paraiso.
Era una delícia pisar aquella arena fina y disfrutar de aquella paz, solos, sin nadie más, solamente el sonido de las olas del mar.
Se sentía bien contemplando el atardecer junto a él, allí sentados en la orilla.
_ ¿Nos damos un bañito?- le dijo a ella levantándose y ofreciéndole su mano.
- Vamos.
El agua estaba fría pero era de agradecer y ella se zambulló enseguida:
- ¡Venga! está fría, eh, vamos ven, jajaja...
Disfrutaban como niños, jugaban, se salpicaban.... y entre bromas y risas ella intentaba sumergirlo bajo el agua:
- Vamos, no te resistas, jajaja...
Y no se resistió.
Unos segundos después salió de debajo del agua y al abrir los ojos se dió cuenta que estaba frente a ella. Sus cuerpos apenas estaban separados por unos centímetros y sus labios también.
Continuará.....


Nota sobre el post anterior: por si alguien no se ha dado cuenta o se lo ha estado preguntando, tanto la modelo como la fotógrafa soy yo.

jueves, agosto 20, 2009

ENCADENADA.......

....... A ti.



miércoles, agosto 12, 2009

POR IMAGINAR QUE NO QUEDE

A veces cuando estoy en mi cutre trabajo me abstraigo y me dejo llevar por mi imaginación, pensando en que tal vez algún día él o alguien como él, al igual que en "Oficial y Caballero", vendrá a buscarme en su moto para llevarme lejos de todo y de todos.


O tal vez se acercará por allí un pirata, me subirá a su barco y en el me llevará a conocer los mistérios del mar.


O quien sabe si será alguien como él quien me suba a su moto para llevarme rápido y veloz a lo más profundo de los infiernos.



Tal vez, tal vez algún día alguien como ellos venga a por mí para llevarme lejos.... muy lejos. ¿Serás tú?

jueves, agosto 06, 2009

TRAS LA PUERTA

Habíamos quedado para una sesión de espiritismo unos cuantos amigos y yo. No era la primera vez que lo hacíamos y en esa ocasión como en tantas otras preparamos las cosas y nos pusimos al tema. Esta vez íbamos a usar la técnica de las tijeras. Se trata de abrir un libro por la mitad, meter unas tijeras con la punta hacia abajo, de manera que los dos aros por donde se meten los dedos asomen fuera del libro, volver a cerrarlo y atarlo con una cuerda para que estas no se salgan. Entonces dos personas ponen su dedo cada una bajo un aro de las tijeras dejando que el libro cuelgue. Se empieza a preguntar y según la manera en que este gire es una respuesta u otra.
Pues bien, apagamos las luces, encendimos unas velas y comenzó la sesión de preguntas. Nos íbamos turnando pasándonos el libro de unos a otros. Cada uno preguntaba y obtenía su respuesta hasta que le llegó el turno de Laura (pongamos que se llamaba así). Empezó a preguntar tonterías en plan cachondeo y a reirse. El chico que sujetaba las tijeras con ella las soltó:
- Yo así paso- le dijo- o te pones seria o te vas.
Cogió el libro sujetándolo ella sola y continuó riendo sin parar:
- ¿Sabeis que? esto es una chorrada- decía aguantándose la risa- y no pienso irme, quiero ver en que termina todo esto.
Estábamos algo indignados ¿para qué había venido si realmente no le interesaba el tema? pero seguimos con lo nuestro dejándola un poco de lado.
Pasaron unos minutos.... ahora no lo recuerdo exactamente.... cuando sonó el timbre.
- Voy yo- dijo Laura- total, para lo que me voy a perder.... jajajaja....
Se levantó y fué a abrir. Oí el sonido de la puerta al final del pasillo y luego siléncio, sólo siléncio. Pasaron algunos minutos más, incluso pensé que tal vez se habría ido dejando la puerta abierta pues no se había oído cerrarla. De pronto se oyeron unos pasos acercándose por el pasillo. Más bien podría decirse que arrastraba los pies. Volvimos todos la vista hacia ella y allí estaba en medio de la sala pálida como la leche y con los ojos desencajados.
- ¿Quien era?
- Nadie.... no era nadie.
Apenas le salían las palabras. Nos levantamos todos y nos acercamos a su lado.
- ¿Te encuentras bien? ¿qué pasa?
- No, no me encuentro bien.... estoy mareada.
Encendimos las luces, apagamos las velas y abrimos la ventana, la sentamos frente a ella e intentamos que nos dijera que había pasado pero no hubo manera. Se negaba una y otra vez y sólo repetía que se encontraba mal y quería irse.
Uno de los chicos la acompañó a su casa y aquí terminó la cosa... o eso creímos.
Prácticamente había olvidado el incidente cuando dos semanas después me encontré en la calle con una conocida. Después de saludarnos e intercambiar algunas palabras me dice:
- ¿Te has enterado no?
- ¿De qué?
- De lo de Laura.
- Pues no ¿qué pasa?
- Hace unos días que se tiró por la ventana de su casa ¡dios que fuerte! Vamos, que se ha suicidado ¡madre mía! la família está destrozada y resulta que......
Ya no quise oir nada más, inventé una excusa y me fuí de allí.

El caso es que un tiempo después nos enteramos que en un cajón de su mesita de noche encontraron unas tijeras que no pertenecían a nadie de esa casa. Las mismas que días después la madre de la chica donde hicimos la sesión echó a faltar y nunca entendió, ni nosotros cuando lo supimos, como ni de que forma fueron a parar allí.

Aún seguimos sin saber que vió tras la puerta.

domingo, agosto 02, 2009

UN NUDO, DOS NUDOS, TRES NUDOS

Y muchos más. Así es como están hechas estas pulseras, a base de nuditos uno detrás de otro. Con mucho trabajo y paciéncia esto de abajo es el resultado.


Y como es reversible se puede poner por cualquiera de sus dos caras.


Muy pocas personas poseen una y es que sólo pierdo mi tiempo para quien creo lo merece realmente. Además cada una es única pues mientras la hago voy pensando en la persona que la va a llevar. Con mucho cariño, dedicación y buenas energías al final esa persona tiene su pulsera exclusivamente dedicada a ella.
¿Que os parece la presentación? Una simple cajita de cerillas o similar se convierte en un estuche que guarda la pulsera y una espécie de pergamino.



Jajaja.... como me gusta sorprender a los demás con estos detallitos.


En todas viene a poner más o menos lo mismo. Os lo transcribo aquí para que lo leais mejor:
"Consérvala como si fuera de oro pues tú eres uno
de los pocos elegidos para llevarla, por tu amistad
y por saber valorar el trabajo que hay tras ella.
Está hecha con mucho cariño y cada nudo
está cargado con mis energías positivas
y todos mis deseos de felicidad para ti.
Ahí es donde radica su verdadero valor."
Cada vez que entrego una le digo a la persona en cuestión: bien, ya estás dentro de mi círculo, jajaja.... pero como se me va la olla ;)
No os preocupeis que la inspiración en manualidades tétricas volverá pronto, siempre lo hace. De momento estoy más calmadita con los nuditos, jajajaja...