EL MEJOR DESPERTADOR

7:30 h. de la mañana, me despierto, abro la ventana, me vuelvo a meter en la cama para dormir un rato más y.......

No hay mejor despertador, jajajajajajajajaja............

HAB BAH HAB

Azú- achá-zepé........ dasi dasi- zum zam..................................................................
Dadibi....fuze noti....... zabidí... buz buz nan ocusto nati in felche.....................
Condemú nasin macón endesese jai nide..... hab bah hab.....

¿Habeis entrado? ¿lo habeis leido? Bien, ahora todo el que lo haya hecho está bajo un potente hechizo lanzado por mí. Lo siento queridos, estais hechizados, jajajajajaja....

CON MIS PRÓPIAS MANOS

Un trozo de tela, en este caso no es liso, tiene una espécie de rombos en relieve, un bote de cristal (este es de Nescafé) cola y pinturas.


Metemos el trapo en la cola, lo escurrimos bien y lo ponemos sobre el bote de cristal dándole forma con las manos. Se le puede poner, como veis aquí, una tira de la misma tela en forma de lazo o cuerda. Lo dejamos secar unos días.

Irá endureciéndose poco a poco y mientras podemos ir dándole forma a la boca del jarrón con las manos. Cuando esté totalmente seco lo pintamos al gusto ¡et voilá!!!!

Yo le he dado una capa de color negro y una vez seca los tonos dorados (no sé si se aprécia demasiado bien) los he hecho con esmalte decorativo de color oro viejo. No hay que mojar demasido el pincel para ello y antes de aplicar sobre el jarrón ir descargándolo en un cartón o algo así. Si mezclamos la pintura negra antes de aplicarla con un tono verde conseguiremos un efecto envejecido muy especial, además de añadirle después el dorado como he dicho antes. Pero vaya, esto ya va a gustos y a la imaginación de cada uno.

Nota: en esta caso es un regalito para la chica que me hace los análisis de sangre cada seis meses. Al personal sanitário hay que tenerlo contento, jajajajaja.....

El primero me regaló un collar, un collar de perlas que vale por una ciudad con sus palácios y sus templos, con sus tesoros y esclavos.
El segundo me ofreció poemas. En ellos decía que mis cabellos son negros como los de la noche y mis ojos azules como los de la mañana.
El tercero era tan bello que su madre no podía besarle sin rubor. Puso sus manos sobre mis rodillas y sus labios sobre mi pie desnudo.
Tú nada me has dicho. Tú nada me has dado, porque eres pobre y ni eres bello. Pero es a ti a quien amo.

"Versos de Las Canciones de Bilitis"

EL GATO EN MI TEJADO

Y digo yo... ¿para qué me molesté yo en su día en poner un águila de piedra en el tejadillo de la entrada de mi casa, pudiendo tener el gato de la vecina?