Pues nada, que dada mi curiosidad y mi costumbre de desmontarlo todo pensé: ¿qué voy a perder por desmontar el móvil? total... de perdidos al río... así que le eché un par de huevos, jajajaja... y me puse manos a la obra. ¿Habeis desmontado alguna vez uno? ¿no? pues que sepais que dentro hay todo un mundo por descubrir, claro, que aparte de eso lo que yo descubrí es que dentro también había una tortilla. Si, si, tal y como os lo cuento, se había hecho una espécie de masa de huevo ¡como para que funcionase!!!!! así que me armé de paciéncia y de un palillo de dientes y me puse a limpiar y sacar huevo de todos y cada uno de sus rincones. Lo volví a montar y ¡sorpresa!!!!!! el móvil volvió a la vida.
Como de todo lo que me pasa siempre aprendo algo esta vez no iba a ser menos, así que de aquí en adelante el móvil en un bolsillo y los huevos en otro, jajajaja....
Y vosotros tomad nota; nunca, nunca jamás lleveis un móvil cerca de los huevos, jajajaj....
Y esto no tiene nada que ver pero si no lo cuento reviento. Resulta que el lunes tenía análisis de sangre y visita en el hospital para el control que me hacen cada seis meses de mi enfermedad. Bien, por culpa de la nieve que cayó por aquí me vi obligada a aplazarlo así que al final fuí ayer. Os lo cuento porque es la primera vez (y llevo unos cuantos análisis) que he conseguido mirar como me pinchaban la aguja y me sacaban la sangre. Puedo ser una persona dura (la vida se ha encargado de ello) pero siempre he tenido un miedo o paranoia, llamadlo como queráis, y es que se me puede pinchar en cualquier parte, de hecho yo estoy en tratamiento y me pincho cada día desde hace años, pero ahí, exactamente en ese punto donde sacan la sangre era una odiséa, lo pasaba fatal, me ponía de los nervios, nada más de pensarlo me ponía enferma...... todo lo que os cuente es poco. Bueno, pues ayer todo eso se acabó. Llegué, me senté tranquilamente, puse el brazo y le dije a la enfermera (de sobra me conoce porque es la misma siempre):
- Aquí tengo una vena chula, no sé si te acuerdas que la última vez me fué muy bien.
Comprueba y dice:
- Ah pues si, perfecto. Va, mira para otro lado anda.
En ese momento pensé: "la única manera de vencer los miedos es enfrentándose a ellos" así que me quedé mirando el brazo:
- No, si voy a verlo.
- ¿Seguro? que ya nos conocemos..... ¿pincho?
- Pincha pincha.
Y pinchó..... y me quedé tan tranquila:
- Nena- me dice- eres una caja de sorpresas.
Puede parecer una tontería porque ni soy la primera ni la última que mira pero es que si me hubiérais visto un tiempo atrás en esa situación y me veis ayer no os lo podríais creer. La enfermera se quedo flipando, jajaja....
Parece, y esto es algo que me dice mucha gente ultimamente, que estoy cambiando mucho y no sólo en eso si no en todos los sentidos. ¿Madurando? tal vez... aunque sé que siempre me quedará ese punto de "locura" que tanto me caracteriza y que por supuesto tampoco quiero perder nunca. Yo misma me siento diferente desde hace un tiempo, más segura, más firme, más fuerte... ¡prepárate mundo!!!! porque Lara va a por todas.... entérate vida, que si me vuelves a dar la espalda te pienso pegar otra patada en el culo y esta vez va a ser más fuerte, jajajaja......
Ah, y además sigo con mi sonrisa sandía las 24 horas del día y esto es culpa de
"cierta personita". Muchas gracias "Bollycao", no sabes lo mucho que te quiero, bueno...... creo que si que lo sabes ;)