Lo que os voy a contar pasó el verano del año 2000. Un primo de mi pareja vino a pasar un mes a casa. Yo no lo conocía pero enseguida congeniamos ¡y de que manera!!!!! Le gustaba lo mismo que a mí... esoterismo, las brujas, etc... La verdad es que ya es más primo mío que de su primo porque nos llevamos muy bien y después de tantos años (él se fué a vivir a Valéncia) no hemos perdido el contacto.
Bueno... a lo que íbamos...
Cerca de donde yo vivo había una casa abandonada, una casa con un gran jardín. Contaban historias de que todos los que habían vivido allí habían terminado de forma trágica, el último se había suicidado.
Una noche decidimos ir allí a hacer espiritismo. Nos preparamos unas velas y algún que otro artilugio más. Saltamos la valla, nos acomodamos en el suelo y nos pusimos al tema. Aquello no funcionaba, no pasaba nada de nada. Al rato, después de fumarnos unos cigarros y charlar, decidimos volver a casa, pero al pasar por una de las ventanas de la vivienda vimos que tenía la persiana subida. Nos asomamos para ver que había dentro y en medio de una gran sala se veía algo tapado con una sábana blanca.
- ¿Será un mueble, no?
- No sé... ¿y si es otra cosa?
En ese momento no sé lo que nos pasó pero salimos corriendo, yo iba por delante cuando oí a Tony gritar:
- ¡Lara! ¡tíaaaaaa!!!! ¡algo me tiene agarrado por el jersei!!!!!
Me giré y como todo estaba oscuro sólo lo veía a él, intentando escaparse de lo que fuera.
Volví hacia atrás, he de reconocer que en ese momento sentí pánico, aún al recordarlo siento escalofríos.
- ¡Joder tío! jajajajajajajaja... estás enganchado en un rosal.
Lo desenganché como pude aunque algunos trozos del jersei se quedaron allí.
Ya nos íbamos, riéndonos a más no poder, y cuando nos disponíamos a saltar la valla vimos, a un lado en el suelo, una gran cuerda que os aseguro que al entrar no estaba. Entonces recordé las palabras de aquel vecino: "El último habitante de la casa se ahorcó con una cuerda.
No volvimos más por allí.